
¿Te bañas bien? Errores que podrías estar cometiendo sin saberlo
Ciertos hábitos comunes al ducharse pueden afectar tu piel, tu salud y hasta tu seguridad. Conoce cuáles evitar y cómo mejorar tu rutina.
Ducharse parece algo sencillo, pero muchos cometen errores diarios que pueden dañar la piel, debilitar el sistema inmunológico o incluso aumentar el riesgo de caídas. Aquí te explicamos cuáles son los más comunes y qué puedes hacer para evitarlos.
Bañarse con demasiada frecuencia
Aunque ducharse a diario es habitual, no siempre es necesario. A menos que estés sucio o sudes mucho, hacerlo más de dos o tres veces por semana podría resecar tu piel, eliminar bacterias beneficiosas y causar picazón o grietas que permiten el ingreso de gérmenes. También representa un desperdicio de agua. Eso sí, las manos deben lavarse frecuentemente.
Usar jabones agresivos
Evita los jabones antibacterianos o con fragancias fuertes si tienes la piel sensible. Estos pueden alterar el equilibrio natural de tu piel o eliminar bacterias protectoras. En su lugar, elige jabones suaves, con humectantes o aceites, especialmente si sufres de eccema.
Toallas y esponjas sucias
Las toallas húmedas pueden convertirse en criaderos de hongos, bacterias o moho. Cámbialas o lávalas al menos una vez por semana y sécalas bien extendidas. Las esponjas vegetales, por su parte, deben limpiarse semanalmente y reemplazarse cada 3-4 semanas si son naturales, o cada dos meses si son sintéticas.
Duchas muy calientes y largas
El agua muy caliente elimina los aceites naturales de la piel. Lo ideal es usar agua tibia y limitar la ducha a 5 o 10 minutos, sobre todo si tienes psoriasis, eccema u otra condición cutánea.
Lavarse el cabello en exceso
No es necesario lavarse el cabello todos los días, a menos que tengas el cuero cabelludo graso. Las personas con cabello rizado, grueso o teñido deberían espaciar los lavados para evitar que se reseque. A medida que envejeces, también necesitarás menos frecuencia.
Omitir la hidratación
Aplicar crema hidratante pocos minutos después del baño ayuda a mantener la humedad natural de la piel. No lo dejes pasar.
Zonas que no necesitan jabón
Usar jabón en exceso puede resecarte. Limítalo a axilas, ingles, pies, manos y cara. En el resto del cuerpo basta con agua tibia. En la zona íntima femenina, evitar el uso de jabón ayuda a conservar el equilibrio natural y prevenir infecciones.
Seguridad y limpieza
Instalar barras de apoyo y alfombras antideslizantes en la ducha puede prevenir accidentes. También es importante limpiar el cabezal de la ducha (que puede albergar bacterias), mantener funcionando el extractor de aire para evitar humedad y moho, y lavar regularmente la cortina de baño.
Heridas menores
Si tienes un corte leve, puedes ducharte sin problemas. Limpia la herida con agua y jabón durante el baño, y coloca una venda limpia al secarte. Sigue siempre las indicaciones médicas para heridas más graves.