
Su segundo cerebro también necesita cuidados
El sistema digestivo, conocido como el “segundo cerebro”, refleja directamente nuestros niveles de estrés, alimentación y hábitos diarios. El consumo de tabaco puede alterarlo gravemente, aumentando el riesgo de enfermedades como gastritis, úlceras y cáncer gastrointestinal.
Cada vez más personas toman conciencia de la importancia de cuidar su sistema digestivo, no solo por una mejor calidad de vida, sino por su papel fundamental en el bienestar integral. Lejos de ser un simple procesador de alimentos, este sistema alberga una compleja red neuronal que lo conecta estrechamente con el cerebro, razón por la cual se le conoce como el «segundo cerebro».
“Este nombre no es casualidad. El sistema digestivo está directamente relacionado con nuestras emociones: el estrés, la ansiedad y otros estados anímicos pueden desencadenar síntomas como gastritis, colon irritable, estreñimiento o diarrea”, explica la doctora Alexandra Vega, gerente Médica y de Farmacovigilancia de Genfar.
Ante este vínculo entre salud emocional y digestiva, mantener una dieta balanceada, rica en fibra, y manejar adecuadamente el estrés son pilares esenciales para el cuidado integral del cuerpo. Sin embargo, en medio de este interés creciente, también se ha detectado un aumento en el uso inadecuado de laxantes, antiácidos y medicamentos digestivos sin prescripción médica, lo cual puede enmascarar problemas graves como el cáncer de colon y cáncer gástrico.
Además, automedicarse puede generar una falsa sensación de control sobre los síntomas, cuando en realidad lo que se necesita es un diagnóstico médico adecuado.
El tabaco también daña la digestión
Aunque comúnmente se asocia el tabaquismo con afecciones pulmonares o del corazón, sus efectos sobre el sistema digestivo son igual de perjudiciales. Fumar puede causar inflamación, úlceras, reflujo gastroesofágico y aumentar significativamente el riesgo de desarrollar cáncer gástrico o de colon.
“El tabaco altera el microbioma intestinal, reduce la producción de moco protector en el estómago y afecta la irrigación sanguínea, todo lo cual perjudica la función digestiva”, agrega la especialista.
Por eso, dejar de fumar no solo protege los pulmones, sino que también representa un acto de cuidado profundo hacia el sistema digestivo y, en general, hacia la salud del cuerpo entero.
Claves para cuidar tu segundo cerebro
Escuchar al cuerpo, consultar al médico ante síntomas persistentes, evitar la automedicación y adoptar hábitos saludables como una alimentación equilibrada, una buena hidratación, actividad física y la eliminación del tabaco, son pasos fundamentales para proteger el sistema digestivo y mejorar la calidad de vida.
“El cuerpo humano funciona como una unidad integrada: cada órgano cumple un rol esencial. El sistema digestivo impacta no solo el metabolismo, sino también la salud emocional e inmunológica”, concluye la doctora Vega.
Genfar es una compañía colombiana con más de 55 años de trayectoria, dedicada a fabricar, diversificar y ampliar el acceso oportuno a la salud, el cuidado y el bienestar.