Seis pasos clave para lucir una piel fresca y luminosa todos los días

El cuidado diario del rostro no solo embellece, también protege, rejuvenece y aporta seguridad desde adentro hacia afuera.

Tener una piel sana no es cuestión de suerte, sino de constancia. Incluir hábitos simples en la rutina diaria puede marcar una gran diferencia en la apariencia del rostro. Cuidarlo con productos adecuados y un orden correcto ayuda a prevenir problemas comunes como la resequedad, manchas o la pérdida de firmeza.

A lo largo del día, la piel del rostro se enfrenta a múltiples agresiones: contaminación, rayos UV, estrés, maquillaje o pantallas digitales. Todo esto puede afectar su equilibrio natural si no se acompaña de una rutina que la limpie, nutra y proteja de forma adecuada.

Marylyng Cabello, directora de Marylyng Cabello Stylist Studio Salon, resalta que el secreto de una piel radiante está en seguir pasos sencillos, pero efectivos; y, además, comparte seis pasos esenciales que pueden incorporarse fácilmente en el día a día:

1. Limpieza según el tipo de piel. Limpiar el rostro mañana y noche con un producto suave ayuda a retirar impurezas sin agredir la barrera cutánea. Por ejemplo, quienes tienen piel seca pueden optar por una leche limpiadora, mientras que en pieles mixtas o grasas es ideal un gel espumoso.

• Tónico facial para restaurar el equilibrio. Aplicar un tónico luego de la limpieza ayuda a equilibrar el pH de la piel y a prepararla para recibir los productos posteriores. Un ejemplo es el uso de tónicos con agua de rosas o hamamelis para refrescar y tonificar suavemente.

• Suero con activos concentrados. Los sueros son aliados potentes para tratar necesidades específicas: vitamina C para iluminar, retinol para líneas de expresión, o ácido hialurónico para hidratar intensamente. Solo unas gotas son suficientes para notar cambios visibles.

• Hidratación para suavidad duradera. El hidratante mantiene la piel flexible y protegida durante el día. Puede ser una crema rica en textura para pieles secas o un gel ligero en pieles grasas. También existen hidratantes con propiedades calmantes, ideales tras la exposición solar.

• Protección solar como hábito diario. Aplicar protector solar con FPS 30 o más, todos los días, es crucial para prevenir daños del sol. Es recomendable incluso en interiores. Un ejemplo práctico: optar por un protector con color para combinar protección y cobertura.

• Exfoliación semanal para renovar. Exfoliar el rostro una o dos veces por semana ayuda a eliminar células muertas, afinar la textura y potenciar la absorción de otros productos. Las opciones van desde exfoliantes físicos suaves hasta enzimas o ácidos exfoliantes.

La experta detalla también los beneficios de realizar este cuidado a diario:

• Piel más saludable y luminosa, con un aspecto fresco y natural todos los días.
• Reducción visible de arrugas y líneas finas, gracias a una hidratación y nutrición constantes.
• Mejora en la textura y el tono, lo que aporta uniformidad y suavidad al rostro.
• Mayor protección frente a agresores ambientales, como el sol, la contaminación y el estrés.

“La piel es el lienzo de nuestra imagen. Cuidarla a diario no solo mejora su aspecto, sino que eleva la autoestima y nos conecta con nuestra mejor versión”,afirma Marylyng Cabello.

El cuidado facial diario ya no es un lujo ni una moda, es una forma de bienestar accesible. Invertir unos minutos cada día puede transformar no solo el rostro, sino también la forma en que cada persona se mira y se siente.