
¿Por qué el chocolate es el ingrediente favorito en el invierno?
Durante la temporada de invierno, el chocolate reafirma su protagonismo con propuestas multisensoriales, sabores intensos y una demanda creciente entre los consumidores. La torta de chocolate se consolida como uno de los postres invernales más consumidos en los meses más fríos del año. Compartimos una versión sencilla para hacerla en casa.
Con la llegada del invierno, el chocolate se convierte en uno de los productos más consumidos y valorados por los peruanos. Más que un simple antojo, el chocolate se transforma en un refugio sensorial, y las nuevas tendencias lo colocan en el centro de una experiencia más rica, consciente y sofisticada.
De acuerdo con el estudio global Taste Tomorrow de Puratos, los consumidores actuales no solo buscan sabor, sino también innovación y valores. La investigación —basada en el monitoreo de consumidores, tecnologías emergentes y datos del mercado de más de 50 países— identifica una evolución clara en la relación del público con el chocolate, especialmente en temporada de frío.
“El consumidor de hoy quiere sentir el chocolate, no solo saborearlo. Combinaciones de capas crujientes con rellenos cremosos, inclusiones como frutos secos, semillas o crujientes caramelizados, y coberturas brillantes o rústicas elevan la experiencia multisensorial. En invierno, estas texturas se asocian al confort, lo artesanal y lo gourmet”, comenta David Vega, chef pastelero de Puratos Perú.
Además, el informe destaca el creciente gusto por el cacao de origen único, con perfiles aromáticos complejos y menos procesados. También ganan terreno sabores profundos y terrosos. El chocolate con toques salados o fermentados, como la sal marina, se consolida como tendencia emergente.
Consumo consciente y sostenible
El consumidor valora cada vez más el origen del cacao, la trazabilidad y los procesos éticos. Chocolates elaborados con prácticas de comercio justo, empaques ecológicos y compromisos sociales son preferidos por las nuevas generaciones, especialmente en fechas clave del invierno como celebraciones familiares o regalos.
Más allá del postre, el chocolate es una experiencia íntima. Su consumo en bebidas calientes, repostería casera y formatos listos para disfrutar va en aumento, sobre todo en invierno. El estudio muestra que los consumidores buscan personalización, pequeños lujos diarios y formatos funcionales, como tabletas energizantes o snacks relajantes.
De todas las formas de consumir el chocolate, la torta de chocolate sigue siendo un clásico infaltable en los meses de invierno. David Vega, chef pastelero de Puratos, nos comparte esta versión intensa y húmeda, ideal para los amantes del chocolate. Esta receta combina una base rica en cacao con una ganache cremosa y una salsa tibia que la transforma en un postre irresistible.
Torta de chocolate
Para el cake de chocolate: 900 g de Tegral Torta de Chocolate Extremo, 100 g de harina de almendra, 250 g de huevo, 450 g de agua, 200 g de aceite y 70 g de Belcolade Selection Noir Cacao-Trace chocolate negro.
Para la ganache: 800 g de Belcolade Selection Noir Cacao-Trace, 650 g de Passionata y 50 g de mantequilla.
Para la salsa de chocolate: 230 g de Belcolade Selection Noir Cacao-Trace, 550 g de Passionata y 20 g de mantequilla.
Procedimiento:
Cake de chocolate: En un bowl, mezclar el Tegral Torta de Chocolate Extremo, la harina de almendra, los huevos y el agua. Luego, fundir el chocolate Belcolade Noir y mezclar con el aceite. Añadir esta mezcla a la preparación anterior y combinar bien. Verter la masa en 6 moldes redondos de 22 cm de diámetro. Hornear a 180 °C durante aproximadamente 18 minutos. Dejar enfriar completamente antes de armar.
Ganache de chocolate: Calentar la Passionata y verter sobre el chocolate picado. A continuación, mezclar hasta obtener una crema homogénea sin grumos. Incorporar la mantequilla y mezclar hasta emulsionar.
Salsa de chocolate: calentar la Passionata, verter sobre el chocolate, mezclar y añadir la mantequilla al final.
Armado y decoración: Disponer tres discos de torta de chocolate y embeber ligeramente con almíbar (opcional). Rellenar cada capa con la ganache de chocolate. Cubrir todo el pastel con la misma ganache, alisando bien los bordes. Decorar con frutos rojos frescos y filigranas de chocolate. Servir acompañado de la salsa de chocolate tibia.