
Nutrición Preconcepción: una puerta hacia la salud materna y fetal de la mano
Por Marien Garza, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife
Preconcepción. Como su nombre lo indica, la preconcepción es el período previo a la concepción y representa un tiempo clave para la salud de la mujer, el desarrollo fetal y la vida futura de un nuevo ser humano. Históricamente, el enfoque de salud y prevención, tanto médico como nutricional, se ha centrado en el embarazo mismo. Sin embargo, investigaciones recientes destacan que los hábitos alimentarios de la madre y el padre antes de la concepción tienen efectos significativos y duraderos tanto en la fertilidad como en los resultados perinatales y en la salud a largo plazo del niño o niña.
A continuación, deseo compartir cinco recomendaciones sencillas para que la mujer, futura madre, las tome en cuenta en esta etapa de preparación:
Adoptar buenos hábitos nutricionales.
Un patrón alimentario basado en una dieta rica en frutas, verduras, leguminosas, cereales integrales, pescado y grasas saludables, como el aceite de oliva o el aguacate, se ha relacionado con mayores tasas de fertilidad y menores riesgos de complicaciones durante el embarazo.
Iniciar la suplementación con ácido fólico (400–800 mcg/día).
A reserva de la indicación del médico y/o profesional de la salud, se recomienda comenzar al menos tres meses antes de la concepción. Esta vitamina es esencial para la prevención de defectos del tubo neural, como la espina bífida; científicamente, se ha estudiado que reduce significativamente el riesgo de malformaciones congénitas.
Corregir posibles deficiencias nutricionales mediante evaluación y suplementación individualizada.
El estado de micronutrientes como la vitamina D, el hierro y la B12 debe evaluarse antes del embarazo. La deficiencia de vitamina D, por ejemplo, se asocia con preeclampsia y diabetes gestacional.
Alcanzar una composición corporal saludable antes de la concepción.
La pérdida o ganancia de peso debe ser supervisada por profesionales de la salud, ya que ambos extremos, entendidos como desequilibrio corporal, alteran la fertilidad y aumentan los riesgos obstétricos.
Limitar o evitar el consumo de alcohol, cafeína excesiva y tabaco.
Estas sustancias pueden reducir la fertilidad y dañar la salud embrionaria temprana. El American College of Obstetricians and Gynecologists (2022) aconseja limitar la cafeína a menos de 200 mg/día y evitar el alcohol y el tabaco.
Sin duda, la nutrición preconcepcional es fundamental para la salud de la madre y el bebé. Los buenos hábitos antes del embarazo preparan el camino hacia un futuro más sano.