Día Nacional de la Vacunación: Minsa recuerda a la población

¿Molestias digestivas frecuentes? Así puedes prevenirlas con cambios simples y detección temprana
La acidez estomacal, el estreñimiento o la diarrea son señales que indican que hay una afectación en la salud digestiva. Las enfermedades digestivas afectan al 40% de la población en el mundo.
En el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva, que se celebra este 29 de mayo, especialistas de la salud advierten sobre el impacto de los trastornos digestivos en la calidad de vida y la productividad de millones de personas en el mundo. Síntomas como el dolor abdominal, los cambios en el hábito intestinal o en la consistencia de las deposiciones, así como cualquier malestar gastrointestinal, pueden ser señales tanto de molestias leves como de enfermedades más serias.
Reconocer las señales de alerta de nuestro organismo es primordial para prevenir y tratar a tiempo los trastornos del sistema digestivo. Por ejemplo, una sensación de ardor o quemazón en el pecho, justo detrás del esternón puede estar relacionada con un trastorno esofágico como la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE). Del mismo modo, un dolor abdominal recurrente en personas con hábitos intestinales alterados podría deberse al Síndrome de Intestino Irritable (SII).
“Lo recomendable es que, si la persona presenta algún síntoma como acidez estomacal, dolor abdominal, estreñimiento o diarrea, acuda con su médico de confianza para determinar cuáles son las causas de ese malestar. Es importante que escuchemos a nuestro cuerpo porque la salud digestiva puede verse impactada. Tener dolor o ardor en el estómago, hinchazón, eructos excesivos y/o náuseas después de comer, aunque se lleve una vida saludable es señal de alerta”, aconseja el doctor Rafael Martinez, director médico de Adium Perú.
Las enfermedades digestivas representan un importante problema de salud en el mundo, afectando aproximadamente al 40% de la población global. De hecho, las estadísticas muestran que solo la dispepsia funcional (que incluye síntomas como dolor o ardor en el estómago, hinchazón, entre otros) y el Síndrome de Intestino Irritable afectan entre el 16% y 26% de la población mundial.
“En Perú, un estudio realizado en Chiclayo reportó una prevalencia del 26.5% en la población adulta, lo que indica que aproximadamente una de cada cuatro personas podría estar viviendo con esta condición (Huerta-Iga F, 2016)”, agrega el especialista.
En el mundo, el 75% de los cánceres gástricos están relacionados con la inflamación y las lesiones causadas por la bacteria Helicobacter pylori. Esta bacteria que suele adquirirse durante la infancia, se considera la principal causa del cáncer gástrico. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización Mundial de Gastroenterología han resaltado el desafío que representa para los países la erradicación de esta infección, convirtiéndose en un problema sanitario en todo el mundo.
Pasos para mantener una buena salud digestiva
«Realizar pequeños cambios en el estilo de vida puede marcar una gran diferencia en el manejo de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Perder peso si hay sobrepeso, dejar de fumar, elevar la cabeza al dormir y ajustar la dieta para evitar alimentos irritantes son medidas sencillas pero efectivas que ayudan a reducir significativamente los síntomas del reflujo», comenta el director médico de Adium.
Entre los buenos hábitos simples que pueden marcar una gran diferencia en el funcionamiento del sistema digestivo tenemos:
- Seguir una dieta saludable que incluya alimentos ricos en fibra. Se recomienda que los adultos consuman al menos 25 gramos de fibra al día. Esto ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedad diverticular y cáncer colorrectal.
- Comer con moderación, despacio y de manera regular: masticar bien los alimentos mejora la digestión
- Mantenerse hidratado: las mujeres deben consumir alrededor de 2 litros de agua por día, y los hombres unos 2,5 litros.
- Hacer ejercicio, al menos 30 minutos diarios ayudan a tener una buena salud digestiva.
- Reducir o controlar los niveles de estrés: altos niveles de estrés pueden alterar el equilibrio de la digestión, causar hinchazón, dolor y estreñimiento.
- Visitar regularmente al médico para la prevención de alteraciones en la salud digestiva.