Hasta 1.500 bacterias pueden vivir en un centímetro cuadrado de

¿Menos cáncer gracias a una alimentación respetuosa con el medio ambiente?
Se investiga por primera vez la relación entre dietas sostenibles y riesgo de cáncer.
En una revisión sistemática y un metaanálisis, investigadores del Departamento de Epidemiología y Medicina Preventiva de la Universidad de Ratisbona investigaron exhaustivamente por primera vez la relación entre las dietas sostenibles y diversos riesgos de cáncer. El análisis internacional muestra: Las personas que siguen una dieta sostenible tienen un menor riesgo de cáncer y de muertes relacionadas con el cáncer. «Esto no es sólo una ventaja para quienes siguen una dieta sostenible. También contribuyen a proteger el planeta», afirma Marina Kasper, autora principal del estudio. Los resultados, publicados en la revista eClinicalMedicine del Grupo Lancet, aportan pruebas para un debate sobre políticas de salud y nutrición.
Resultados: Menos cáncer gracias a una nutrición respetuosa con el medio ambiente
El estudio incluye datos de más de 2,2 millones de personas procedentes de 17 estudios internacionales. El hallazgo clave: las personas que seguían una dieta especialmente sostenible tenían un 7% menos de riesgo de cáncer y un 12% menos de riesgo de muertes relacionadas con el cáncer en comparación con las personas cuya dieta era la menos sostenible. Las dietas sostenibles se evaluaron mediante diversos índices científicos que tenían en cuenta tanto aspectos medioambientales -como las emisiones de CO₂ o el uso del suelo- como componentes alimentarios beneficiosos para la salud. También influyeron el consumo de alimentos ecológicos y la evitación de productos muy procesados.
La relación entre una dieta sostenible y una reducción del riesgo de cáncer de pulmón y estómago fue más evidente. Los resultados fueron menos claros en otros tipos de cáncer, como el de mama y el de intestino.
Conclusiones prácticas: Bueno para las personas y el medio ambiente
«El análisis proporciona un argumento de peso a favor de la nutrición sostenible como estrategia de prevención dual: protege la salud y, al mismo tiempo, preserva los fundamentos naturales de la vida, es decir, el medio ambiente del que dependen nuestras vidas», afirma Marina Kasper.
Los investigadores subrayan que las dietas sostenibles se caracterizan por una mayor proporción de alimentos vegetales y no procesados y, al mismo tiempo, contienen menos carne, azúcar y productos muy procesados, todos ellos asociados a un mayor riesgo de cáncer. Otra ventaja es que muchos de estos alimentos -como las legumbres, los productos integrales, los frutos secos y la fruta- no sólo son ricos en nutrientes, sino que su producción consume pocos recursos.
Los investigadores sostienen que la política de salud pública debería centrarse más en la nutrición sostenible en el futuro, por ejemplo mediante la educación, un mejor etiquetado y condiciones favorables a la salud en escuelas, hospitales y comedores. De este modo, los investigadores creen que la protección de la salud individual puede armonizarse con la protección global del clima.