Hasta 1.500 bacterias pueden vivir en un centímetro cuadrado de

Lactancia materna y salud mamaria: consejos para prevenir infecciones comunes
Es común que durante la lactancia se presenten inflamaciones o molestias.
La lactancia materna es uno de los vínculos más importantes entre madre e hijo, tanto por sus beneficios nutricionales y emocionales, como por su impacto positivo en la salud del bebé. Sin embargo, durante este periodo, muchas mujeres pueden enfrentar molestias o infecciones en los senos que, de no ser tratadas adecuadamente, afectan la experiencia de amamantar y el bienestar general.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del primer semestre del 2024, el 65,9 % de los menores de seis meses en el país recibió lactancia materna exclusiva. Es decir, dicho porcentaje de bebés fue alimentado solo con leche materna, sin ningún otro alimento ni bebida, resaltando la importancia de brindar una adecuada orientación médica para preservar esta práctica.
La Dra. Denys Janet Gonzales Muro, ginecóloga de la Clínica Stella Maris, señala que es común que durante la lactancia se presenten inflamaciones o molestias. “Estas infecciones suelen estar relacionadas con una técnica de lactancia inadecuada, el vaciamiento incompleto del pecho o una higiene deficiente”, afirma.
La especialista señala que las infecciones más comunes incluyen:
- Mastitis: Inflamación dolorosa del tejido mamario, que puede presentarse con enrojecimiento, fiebre y malestar general. En casos severos, puede requerir antibióticos.
- Grietas en el pezón: Pequeñas heridas que facilitan el ingreso de bacterias. Son comunes en las primeras semanas de lactancia y normalmente se deben a una mala posición del bebé al mamar.
- Abscesos mamarios: Acumulación de pus producto de una infección no tratada a tiempo. En algunos casos requiere drenaje quirúrgico.
A pesar de los distintos tipos de molestias, existen formas de prevenir este tipo de afecciones. Para ello, la especialista recomienda:
- Asegurar un buen agarre al pecho: La correcta colocación del bebé evita la fricción y el daño en el pezón.
- Vaciar completamente ambos senos: Alternar los pechos en cada toma y permitir que se vacíen reduce el riesgo de obstrucciones.
- Mantener una buena higiene: Lavar los senos con agua tibia y evitar el uso excesivo de jabones que resequen la piel.
- Hidratar la piel del pezón: El uso de cremas específicas o la misma leche materna puede ayudar a mantener la piel saludable.
- Consultar ante los primeros síntomas: Dolor persistente, fiebre o enrojecimiento del pecho deben ser evaluados por un médico.
“La lactancia debe ser una experiencia positiva y saludable. Si se presenta dolor persistente, fiebre o enrojecimiento en el pecho, es importante acudir al médico para prevenir complicaciones y permitir que la madre pueda disfrutar plenamente de esta etapa”, concluye la Dra. Gonzales Muro.