
El que quiere engañar, lo hará… la lealtad es voluntad, no vigilancia
En una época marcada por la hiperconectividad y el control digital, cada vez más expertos en relaciones de pareja coinciden en un principio fundamental: la fidelidad no se impone, se elige. En ese sentido, psicólogos y terapeutas recomiendan dejar de lado el miedo excesivo a la infidelidad y enfocarse en construir vínculos sanos, basados en la confianza y el respeto mutuo.
«Si una persona tiene la intención de engañar, lo hará incluso si la vigilas las 24 horas del día o le pones mil restricciones. La lealtad es una decisión personal, una cuestión de voluntad, no de control», afirma la terapeuta emocional Camila Ruiz, consultada por este medio.
Los celos desmedidos, las revisiones constantes del celular, y las prohibiciones sobre amistades o salidas, lejos de fortalecer el amor, lo deterioran. Por el contrario, brindar espacio, escuchar activamente y respetar la individualidad de la pareja permiten que el compromiso se demuestre de manera auténtica.
Estudios recientes en psicología relacional demuestran que las parejas que cultivan la confianza mutua, aun en contextos de alta presión social, presentan niveles más altos de satisfacción y duración en el tiempo.
“La fidelidad no nace del miedo, sino del amor y la convicción. Cuando le das a alguien su espacio, ahí realmente puedes ver cuánto te valora”, concluye Ruiz.
Este enfoque invita a replantear el concepto tradicional de control como mecanismo de seguridad emocional y promueve una visión más libre, madura y consciente de las relaciones afectivas.