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¿Tienes más de 40 años? Cuidado con la rotura del tendón de Aquiles
Es necesario no realizar sobreesfuerzos, usar calzado adecuado para los diferentes tipos de terrenos lisos, estrechos o con relieves.
Si tienes más de 40 años y te invitaron a jugar un partido de fulbito o quieres regresar a las canchas después de un largo periodo de inactividad, ten mucho cuidado con las lesiones al tendón de Aquiles, una de las más habituales en las áreas de traumatología.
“El tendón de Aquiles es el más largo y fuerte del cuerpo humano, sin embargo, es uno de los tendones que más se rompe de forma espontánea. Se encarga de transmitir la fuerza de los músculos de la pantorrilla al talón y es fundamental para el movimiento del pie y tobillo. Una lesión altera actividades básicas, como caminar y correr”, advirtió Jhoana Sammy, docente de la Carrera de Terapia Física de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS).
Las lesiones al tendón de Aquiles representan una de las 20 morbilidades más habituales en las áreas de hospitalización en traumatología. Es frecuente en varones mayores de 40 años, principalmente en aquellos que realizan actividad física esporádicamente. Se estima que la prevalencia de rotura de tendón de Aquiles es de 1.16%, según una investigación del Dr. Frank Tomaylla, con cifras del Hospital Nacional de la PNP Luis Nicasio Sáenz.
“El proceso de envejecimiento del tendón de Aquiles comienza a los 30 años. Se deteriora su capacidad de curación y la función biomecánica. Los tendones pierden grosor, experimentan una reducción del flujo sanguíneo y acumulan daños con el tiempo. Esto los hace más susceptibles a lesiones”, dijo.
Para evitar lesiones al tendón de Aquiles es necesario no realizar sobreesfuerzos, usar calzado adecuado para los diferentes tipos de terrenos lisos, estrechos o con relieves. “También es importante advertir síntomas de alerta, como dolor, hinchazón o sensibilidad al tacto; rigidez, especialmente en la mañana o después de un período de inactividad; dificultad para pararse de puntillas; o la sensación de recibir un golpe en la zona, que normalmente ocurre cuando el tendón se rompe”, reveló la especialista de la UCSS.
Qué hacer si quiero practicar deportes de alto impacto
Abandonar deporte no es la solución, volver a jugar fulbito, vóley o running es posible tomando ciertas medidas para fortalecer de forma progresiva el tendón de Aquiles y reducir los riesgos de lesiones.
“Es importante realizar actividades de bajo impacto como nadar, caminar, yoga o pilates, para mejorar la fuerza y la flexibilidad de los tendones. Se deben incorporar poco a poco entrenamientos de fuerza y resistencia. También es necesario consumir nutrientes que estimulan el colágeno, como la vitamina C, el zinc y el azufre. Las carnes, pescado, huevos, ajos pueden ayudar”, comentó Sammy. Agregó que una lesión a un tendón requiere una intervención integral, donde es necesario consultar tanto a un Terapeuta Físico, como a un Médico y un Nutricionista.
La hidratación también juega un papel clave. Cuando realizamos diferentes actividades físicas, por medio del sudor perdemos elementos importantes, como sodio, potasio, fósforo por medio del sudor, que tienen que ser repuestos. De lo contrario, los músculos y tendones sufrirán un deterioro significativo.
“Por cada litro de sudor se requiere reponer un litro de agua distribuida durante el día. Si se realizan ejercicios moderados a intensos, tomar líquidos con electrolitos puede ayudar. Si una persona es sedentaria, debe tomar de 7 a 8 vasos diarios, de preferencia sin endulzantes”, manifestó.
Adicionalmente, si voy a realizar un ejercicio de alto impacto, es fundamental realizar un calentamiento de aproximadamente 10 a 15 minutos. “Se puede trotar por dos minutos, realizar movilizaciones circulares de tobillo, rodillas y caderas. También polichinelas y patadas simuladas. Al término del ejercicio, también es importante estiramientos, especialmente en la zona de la pantorrilla”, concluyó.