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El microbioma humano: clave en la medicina de precisión para prevenir y tratar enfermedades
En congreso de medicina, organizado por la Facultad de Ciencias de la Salud de la USIL, experto destacó que el microbioma humano aporta información clave para desarrollar terapias más eficaces, integrando genética, ambiente y estilo de vida.
El reconocido microbiólogo Carlos Sialer, especialista en microbiología y desarrollo de antimicrobianos radicado en España, fue ponente en el Congreso de la carrera de Medicina Humana de la Universidad San Ignacio de Loyola, donde abordó los avances y desafíos de la medicina de precisión basada en el estudio del microbioma humano.
Durante su exposición, titulada “Microbioma humano en la medicina de precisión: implicaciones para el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades”, Sialer señaló que la medicina de precisión representa una revolución en la atención médica.
“Así como se globalizaron los mercados y las costumbres, también lo hicieron las tecnologías que hoy nos permiten comprender mejor los factores que influyen en la salud humana”, afirmó.
El experto explicó cómo los microorganismos que habitan en el cuerpo, especialmente en el tracto digestivo, influyen en el desarrollo de enfermedades y en la forma en que cada individuo responde a los tratamientos.
“El microbioma ofrece una visión holística de la salud, que complementa la genética del individuo y redefine la forma de entender el bienestar”, sostuvo.
Sialer detalló que todo lo que respiramos, comemos o tocamos lleva material genético que termina en el intestino. Desde allí, este ecosistema actúa sobre nuestro estado de ánimo diario.
A pesar del uso de medios de cultivo avanzados, solo se logra observar el 1 % de la población microbiana presente en un sistema vivo. “Gracias a la metagenómica y las nuevas técnicas de secuenciación, hoy es posible identificar entre 500 y 3000 especies microbianas en una sola persona, lo cual nos da pistas sobre posibles enfermedades, su origen y tratamiento más eficaz”, explicó.
El especialista recordó que el conocimiento actual sobre el microbioma comenzó a desarrollarse con el Proyecto del Genoma Humano en 2003 y el Proyecto Microbioma Humano en 2007. A partir de 2010, surgieron conceptos como el “fármacomicrobioma”, que investiga cómo interactúan los medicamentos con los microorganismos del cuerpo, particularmente los del intestino.
Según Sialer, no basta con estudiar el genoma humano. “El microbioma aporta hasta 200 veces más información genética que afecta directamente nuestro comportamiento biológico, emocional y social”, afirmó, destacando que esta influencia varía según la edad, el sexo, la alimentación o el uso de fármacos.
Resaltó el rol de la inteligencia artificial y la bioinformática para procesar esta información y generar diagnósticos más certeros. Sin embargo, advirtió que los resultados dependen de una correcta recolección, manejo y análisis de muestras, algo que aún representa un reto en muchos sistemas de salud.
En su intervención también destacó que el intestino, considerado el segundo cerebro, encierra tanta información que se le atribuye el rol de segundo órgano más importante del cuerpo humano. Incluso, tendría más conexiones nerviosas —o de origen del sistema nervioso en general— que otros órganos, lo que le otorga la capacidad de influir en nuestro comportamiento.
Precisó que el microbioma intestinal y el sistema nervioso están intrínsecamente conectados a través del llamado «eje intestino-cerebro», un sistema bidireccional que permite la comunicación entre ambos.
Esta influencia ocurre mediante la generación de compuestos como neurotransmisores y ácidos grasos de cadena corta, que llegan al sistema nervioso central y son clave para la salud mental. Cuando se presentan trastornos de la microbiota intestinal (disbiosis) pueden desencadenarse enfermedades como el Parkinson.
Asimismo, destacó que tres cuartas partes del sistema inmune se encuentran en el intestino, lo que implica un intercambio constante de información con nuestras defensas, convirtiendo al intestino en una zona clave a considerar en la evaluación y tratamiento de cualquier enfermedad.
Sialer culminó su participación haciendo un llamado a mirar la salud desde una perspectiva integral. La medicina de precisión sostuvo, requiere comprender cómo se entrelazan los factores genéticos, ambientales y sociales, y demanda la colaboración de investigadores, clínicos y profesionales de múltiples disciplinas.
Con este Congreso, la USIL reafirma su compromiso con la medicina de vanguardia, integrando estos avances en la formación de profesionales capacitados para aplicarlos en la práctica clínica. Su enfoque en la atención primaria, la salud comunitaria y la medicina de precisión, junto con su activa participación en la Asociación Peruana de Facultades de Medicina (ASPEFAM), la posicionan como una institución líder en la formación médica en Perú.